Juguetes de Compañía
Desde los tiempos más primitivos la relación ser humano-animal ha existido, de la cual el primero se ha visto beneficiado en muchos aspectos aunque las ventajas no sean del todo recíprocas. El ejemplo más cercano es la interacción con los animales domésticos, según investigadores de la UNAM en México, se registran alrededor de 15 millones de perros callejeros, a su vez en los centros antirrábicos mensualmente se sacrifican de doce a dieciocho mil perros. Las principales razones que han traído este trágico escenario al país son: la falta de compromiso e interés por parte del gobierno en la protección animal, y la indiferencia de la sociedad hacia el sufrimiento de la vida animal.
Según PETA (People for Ethical Treatment of the Animals) una de las prácticas que ha contribuido a la sobrepoblación de animales callejeros, es la compra de animales en tiendas de mascotas, como si fueran accesorios o artículos de moda, al comprar un animal se le está quitando la oportunidad a otro que se encuentra en una perrera y que tendrá que ser sacrificado al no ser adoptado después de un determinado tiempo. Por otra parte las condiciones en que estos establecimientos mantienen a las mascotas son deplorables, ya que las jaulas donde permanecen los cachorros no cuentan con el suficiente espacio para su libre movimiento, así como su mala alimentación. Por otro lado, las condiciones de la madre del cachorro son aún más tristes, encerradas en jaulas hasta que llegue su época de celo, para ser apareada con otro de su raza y volver a dar a luz a otra camada de cachorros, estos al momento de ser destetados son separados de sus madres para ser llevado a las tiendas de mascotas, causando aún más daño emocional en su madre al verse aprisionada y sola una vez más. El ver a los animales objetos de consumo, que pueden satisfacer el capricho presente y que pueden ser cambiados por otro más nuevo o más bonito, hace que el desprendimiento de un animal sea fácil, ya que cuando una persona se deshace de su mascota o de sus crías, no está pensando en las adversidades que se enfrentará ese ser, como hambre, sed, frío o calor extremo, ya que se asume que el animal no siente, como un artículo inanimado.
La serie “Juguete Doméstico”, refleja el concepto que la sociedad tiene de los animales de compañía: seres incapaces de sufrir hambre, emociones o dolor, los cuales cuando ya no cumplen las expectativas de la persona o causan alguna molestia, fácilmente pueden ser desechados y cambiados ya que son concebidos como objetos similares a un oso de peluche o una muñeca, sin vida. En las fotografías se muestran situaciones cotidianas en los animales de compañía, el estar en busca de alimento, ser utilizado como un adorno, o ser atropellado por un automóvil, siendo su protagonista un perro de peluche. En cada una de las escenas se muestra una iluminación suave y tenue, que llama a esa tristeza y soledad que muchas mascotas viven día con día. Los fondos en conjunto a la iluminación son utilizados cómo refuerzo al mensaje de abandono, ambos se complementan al presentar lugares no concurridos, como establecimientos cerrados, en estado de deterioro o una avenida donde transitan pocos automóviles. Las esquinas oscurecidas desvaneciéndose, enmarcan la escena, y centra la atención a una de las mayores víctimas de la irresponsabilidad humana.
“Juguete Doméstico” llama al espectador a reflexionar sobre su relación con los animales, y cuestionarse si realmente valora y respeta a su compañero canino o felino. Una vez que todos como personas comprendamos y nos sensibilicemos ante las necesidades ajenas, incluso de aquellos que son diferentes a nosotros, podremos avanzar como sociedad hacia un mejor futuro.
Anneth Garza
Negocio de la serie Juguetes de Compañía
Hambruna de la serie Juguetes de Compañía
Atropellado de la serie Juguetes de Compañía
Accesorio de la serie Juguetes de Compañía
Prisionero de la serie Juguetes de Compañía
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